Hidrofugantes

Los hidrofugantes son productos utilizados para proteger superficies como paredes, techos y pavimentos de los efectos del agua y la humedad.

Estos productos repelen el agua y evitan que se absorba en los materiales, lo que puede prevenir daños como la erosión, el agrietamiento y la formación de moho.

Los hidrofugantes ayudan a conservar la integridad de las estructuras y mejorar su durabilidad en ambientes exteriores, evitando el deterioro y la suciedad.

Un hidrofugante ofrece diferentes ventajas al aplicarse en superficies tanto interiores como exteriores:

  • Protección contra la humedad: El hidrofugante forma una barrera repelente al agua, evitando que la humedad penetre en la superficie. Esto ayuda a prevenir problemas de degradación, moho y corrosión.

  • Aumento de la durabilidad: Al evitar que el agua penetre en la estructura, el hidrofugante puede extender la vida útil de las superficies y materiales, reduciendo la necesidad de reparaciones costosas.

  • Reducción del desgaste: Protege las superficies de la erosión causada por la exposición constante a la lluvia y otros elementos climáticos, lo que puede evitar la pérdida de textura y color.

  • Mejora de la eficiencia energética: Al evitar la penetración de humedad, el aislamiento térmico puede mantenerse efectivo, lo que contribuye a un ambiente interior más cómodo y reduce los costos de calefacción y refrigeración.

  • Mantenimiento simplificado: La superficies tratada con hidrofugante suele ser más fácil de limpiar ya que la suciedad y los contaminantes no se adhieren con tanta facilidad.

  • Prevención del crecimiento de moho y hongos: Al evitar la acumulación de humedad, se reduce el riesgo de que aparezcan moho y hongos, lo que puede ser perjudicial para la salud y la calidad del aire interior.

  • Conservación estética: Al prevenir la decoloración y el deterioro, el hidrofugante ayuda a que las superficies mantengan su aspecto original durante más tiempo.

  • Reducción de gastos en mantenimiento: Al disminuir la exposición a los elementos, se reduce la necesidad de realizar mantenimiento frecuente, lo que ahorra tiempo y dinero a largo plazo.

  • Diversidad de superficies: Los hidrofugantes pueden ser utilizados en diferentes tipos de materiales, desde ladrillos hasta madera y textiles, lo que brinda versatilidad en su aplicación.

  • Protección del valor de la propiedad: Al mantener las superficies en buen estado, el valor de la propiedad puede mantenerse más alto y atractivo para los posibles compradores o inquilinos.

Existen diferentes tipos de hidrofugantes de superficies, cada uno diseñado para abordar necesidades específicas en función del tipo de material y las condiciones a las que estará expuesto. En función a su composición podemos distinguir diferentes hidrofugantes:

Hidrofugantes a base de disolventes: Estos productos son adecuados para superficies que no son muy porosas. Crean una capa repelente al agua que evita la penetración pero permite que el vapor de agua salga.

Hidrofugante en base acuosa: Estos productos son adecuado para superficies muy porosas. Al ser en base agua, son menos agresivos para el medio ambiente, también son productos de olor menos intenso en comparación con los de base disolvente por ello son más recomendados para interiores.

Sin entrar en conceptos muy técnicos mencionaremos que las materias activas de los hidrofugantes se podrán diferenciar en:

  • Nanosílice.

  • Silano.

  • Siloxano.

  • Siliconato.

Por otro lado también podemos diferenciar entre hidrofugantes, concentrados o listos al uso, la elección en este caso nos puede resultar rentable uno u otro en función de la cantidad/superficie que vayamos a tratar.

También se puede elegir entre los que modifican físicamente el aspecto de la superficie (eleva el tono) y los que quedan totalmente incoloros. En algunos soportes se prefiere dar un tratamiento hidrofugante y a la vez que quede un efecto mojado para mejorar su aspecto.

La aplicación de cualquier hidrofugante requiere un asesoramiento profesional para conocer bien el soporte (por ejemplo el grado de porosidad de la superficie, situación interior o exterior, vertical u horizontal) sobre el que se quiere tratar para elegir el más adecuado.

Antes de aplicar un tratamiento hidrofugante es importante realizar unas comprobaciones para evitar malos resultados:

  • Que la superficie esté limpia y seca.

  • Saber la porosidad del soporte, en caso de no ser poroso, no se debe aplicar ningún tratamiento hidrofugante.

  • Conocer si tiene tratamientos o imprimaciones aplicadas.

Una mala aplicación puede suponer un problema de pegajosidad en la superficie, manchas indeseadas, defectos estéticos…por ello, siempre es aconsejable realizar una prueba previa y al terminar la aplicación, retirar el exceso de producto no absorbido.

Es importante leer siempre la etiqueta del producto que nos indicará el modo de empleo correcto y en caso de cualquier duda, siempre consultar a su profesional de confianza.

Aquí podrá conocer nuestra línea de hidrofugantes.

 


 

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