VEHÍCULOS DIESEL Y MEDIO AMBIENTE

La preocupación mundial por la preservación del medio ambiente ha promovido que los diferentes gobiernos adopten medidas cada vez más restrictivas para reducir la contaminación atmosférica de nuestro entorno.

Una de las medidas adoptadas por la UE para conservar el medio ambiente atañe directamente a todos los automóviles diésel. Por un lado, se ha modificado tecnológicamente sus motores para incrementar su eficiencia y reducir también los gases contaminantes que emiten y, por el otro lado, se ha variado la composición del gasóleo con el que funcionan a lo largo de los últimos años.

En este aspecto, durante los últimos 20 años, la normativa que regula la comercialización de combustibles ha exigido a las compañías petrolíferas una drástica reducción del contenido en azufre en el gasóleo suministrado, estableciendo un límite máximo de 2000 ppm en 1994 que se ha reducido paulatinamente hasta 10 ppm en 2009. Esta reducción en el contenido de azufre, unida a la incorporación de un alto porcentaje de ingredientes sintéticos, como el biodiesel, ha generado que el diésel actual exhiba, comparativamente con un diésel tradicional, las siguientes características:

  • Menor capacidad lubricante: El azufre es un excelente aditivo lubricante que contribuye a mantener una baja fricción en las partes móviles que actúan en el sistema de inyección del combustible, como bombas o inyectores. Su reducción se ha traducido en que el funcionamiento de estos sistemas no es tan suave y progresivo, por lo que su desgaste es más pronunciado y su vida útil menor.
  • Mayor tendencia a contener agua: El biodiesel es un componente sintético obtenido químicamente a partir de diferentes aceites vegetales y tiene una alta capacidad de absorber agua. De este modo, el combustible aditivado con biodiesel tiene una mayor tendencia “captar” agua y distribuirla por todo el combustible. Este hecho implica que aparezcan problemas de corrosión y oxidación de los metales con los que están en contacto.
  • Mayor facilidad de ser contaminado por microorganismos: El azufre es un buen ingrediente biocida, es decir, que ralentiza o inhibe la aparición de microorganismos en el combustible. Su reducción implica disponer de un gasóleo con mayor tendencia a que las bacterias proliferen en el mismo, con la consiguiente aparición de “gelatinas de biomasa” que obstruyen los sistemas de filtración, reducen la eficiencia del combustible (se quema peor) y, también, aceleran los procesos de corrosión.

La bajada en la calidad del combustible debida a la reducción de su contenido en azufre y la adición de biodiesel en su composición generan una serie de problemas fácilmente detectables cuando el grado de infección microbiológica es alto. Los más destacables son:

  • Obstrucción de filtros y bloqueo de sistemas de drenaje debido a las gelatinas de biomasa.
  • Reducción del caudal del sistema de conducción del combustible y de los boquereles de los puestos de repostaje.
  • Aparición de corrosión en las paredes de depósitos y elementos interiores del sistema de inyección del vehículo.
  • Rotura de inyectores por la presencia de agua en el combustible.
  • Pérdida de la potencia del vehículo debida a la degradación microbiológica del combustible.

Estos problemas pueden reducirse, e incluso eliminarse totalmente, reestableciendo la calidad del combustible diésel mediante el empleo de aditivos químicos (productos que se añaden al gasóleo en muy baja cantidad):

  • El uso de aditivos bactericidas de amplio espectro permite dotar al combustible de una mayor resistencia a la contaminación bacteriana, evitando los problemas asociados a la presencia de microorganismos. En este aspecto, se recomienda evitar aquellos bactericidas no específicos para gasóleo, o bien, los denominados “generadores de formaldehído”. (Mientras que el uso de un biocida no específico puede reducir aún más la calidad del combustible, los biocidas generadores de formaldehído son extremadamente tóxicos para el operador).
  • El empleo de aditivos mejoradores de combustión y desemulsionantes de agua permiten eliminar los problemas asociados a la tendencia a captar agua del combustible a la vez que restauran su poder energético. En este sentido, se recomienda evitar aquellos aditivos que basan su “energía” en disolventes agresivos como el keroseno, ya que tienen una alta tendencia a resecar juntas y retenes provocando averías costosas, fundamentalmente en la bomba inyectora del combustible.
  • La utilización de aditivos lubricantes permite restaurar la lubricidad del carburante, de modo que prolongan la vida útil de sistemas tales como bomba inyectora e inyectores. Los de mayor calidad son aquellos que, además de aportar lubricidad al combustible, mejoran su capacidad “anticorrosiva”.

En el mercado también existen aditivos químicos que aúnan las ventajas de los aditivos citados en un único producto químico. Un ejemplo de este tipo de aditivos es CETAPLUS BACTER.

Cetaplus Bacter es un aditivo multifuncional para combustible diésel estándar que incrementa su calidad, obteniendo un diésel premium “de composición moderna” con la calidad de un diésel “de composición antigua”. Su uso es extremadamente simple y también económicamente rentable: se adiciona al tanque de combustible antes de realizar la recarga de gasóleo en relación 1:1000 (1 L. de cetaplus bacter para 1000 L. de combustible).

Cetaplus Bacter prolonga la vida útil de tu vehículo ya que:

  • Posee acción biocida de amplio espectro sin recurrir a liberadores de formaldehído, es decir, no es peligroso para el operador. Además, evita la formación de “gelatinas de biomasa”.
  • Desemulsiona el agua contenida en el carburante, mejorando su decantación. Gracias a esta cualidad previene procesos de corrosión y oxidación interna generados por el agua contenida.
  • Mejora el índice de filtrabilidad del carburante a bajas temperaturas, por lo que mejora el arranque en frío del motor.
  • Dispersa parafinas, lodos y resinas contenidas en el propio carburante. De este modo, mantiene los inyectores limpios por más tiempo, a la vez que suaviza el funcionamiento de las bombas de inyección.
  • Incrementa el índice de cetano del carburante. Gracias a ello, el gasóleo adquiere mayor capacidad combustible, mejorando el rendimiento del motor y la potencia, a la vez que reduce el tiempo de arranque.

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